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Leyendas del Amazonas: Ecos del Misterio en la Selva Profunda

Región de la Amazonía Colombiana

Mito de la creación

La región amazónica de Colombia, una vasta extensión de selva tropical que alberga una biodiversidad sin igual, es también hogar de culturas indígenas que han vivido en armonía con la naturaleza durante siglos. A través de sus mitos y leyendas, estas comunidades transmiten conocimientos, valores y advertencias sobre la convivencia con el entorno natural, donde la vida cotidiana y lo sobrenatural se entrelazan de manera inseparable.

El Yuruparí

Uno de los mitos más importantes de la Amazonía es el de Yuruparí, un ser mítico y sagrado para muchas comunidades indígenas de la región. Según la leyenda, Yuruparí nació del fruto del árbol sagrado y trajo consigo el orden y las leyes de la selva. Representa el poder de la naturaleza y su equilibrio, y su culto está asociado a rituales y danzas que buscan la armonía entre el hombre y el entorno. Solo los hombres podían participar en los rituales de Yuruparí, pues se creía que las mujeres que lo veían sufrirían terribles consecuencias.

La Anaconda Sagrada

La anaconda es una figura central en la cosmovisión de muchas comunidades amazónicas. Se le considera la madre de los ríos y la creadora de la vida. Se cuenta que, en tiempos antiguos, una gran anaconda descendió del cielo a través del río Amazonas, dando origen a las diversas tribus y enseñando las formas de cazar, pescar y sobrevivir en la selva. Este ser mítico es respetado y temido, y su presencia se siente en las profundidades de los ríos y lagos, vigilando y protegiendo la selva.



El Curupira

El Curupira es un espíritu protector de los bosques que habita en la Amazonía. Este ser es descrito como un hombre pequeño con los pies al revés, lo que le permite confundir a los cazadores que intentan seguir sus huellas.


a curupira

Se dice que el Curupira castiga a aquellos que abusan de los recursos naturales, especialmente a los cazadores y taladores que no respetan las leyes de la selva. Su leyenda es un recordatorio de la importancia del equilibrio ecológico y el respeto por la naturaleza.

La Dama de la Selva

Conocida en algunas zonas como la "Madre de la Selva", esta figura femenina aparece en los relatos amazónicos como una protectora de los animales y las plantas. La Dama de la Selva se presenta como una mujer bella y misteriosa, que puede hechizar a los cazadores que matan por placer o destruyen sin necesidad. A través de sus encantos, los adentra en la selva profunda, donde se pierden para siempre. Esta leyenda subraya el respeto que las comunidades amazónicas tienen por la vida en todas sus formas.

Los Espíritus del Río

Los ríos de la Amazonía no solo son fuentes de vida, sino también moradas de seres espirituales. Los indígenas creen en la existencia de espíritus que habitan en los cuerpos de agua, quienes controlan las corrientes, los peces y la salud de los que dependen de ellos. Estos espíritus pueden ser benevolentes o vengativos, y las comunidades realizan ofrendas y ceremonias para mantener una relación armónica con ellos, evitando su ira y buscando su protección.



El bufeo colorado

Este famoso pez del Amazonas es también conocido como tonina o delfín. Se cree que se convierte en hombre para seducir a las mujeres. Las muelas y algunas partes del cuerpo de la hembra se usan como talismanes en la pesca, la cacería y el amor.

El bufeo colorado

Dicen que el animal se transforma en persona y se le presenta a la gente que utiliza partes de su cuerpo, como dientes, o que mata a su especie para hacer pusanga (brujería) o talismanes para maleficios.

Con el diente del bujeo se hace un preparado con cualquier aceite y se unta a la gente que se vuelve loca inmediatamente. Solamente a la persona que utiliza el diente para hacer esta maldad se le aparece el animal convertido en persona; le conversa como cualquier humano, lo encanta, lo enamora y lo lleva al río donde lo mata. Si es hombre el que mató al bujeo, éste aparece convertido en mujer y viceversa.

El cotomachaco o coto (IU en huitoto)

Se dice que es una boa con dos cabezas. Por la cabeza de arriba caza los animales de los árboles y por la de abajo caza animales de tierra. De eso vive y aunque es un solo animal se alimenta de las dos formas.


cotomachaco

Se dice que vive en Perú, en la selva, en Canaguchal, cerca de una laguna. Nadie va a este sitio donde se dice que vive este animal que es muy peligroso.



El Chuyachaque

En la vasta y misteriosa selva amazónica de Colombia, uno de los personajes más temidos y respetados por las comunidades indígenas es El Chuyachaque. Este ser mitológico es conocido como un espíritu protector de la selva, encargado de castigar a quienes no respetan las leyes de la naturaleza y, al mismo tiempo, de proteger los secretos de la jungla.


chuyachaque

El Chuyachaque es descrito como un pequeño hombre de aspecto envejecido y desaliñado, con una gran habilidad para cambiar de forma. Puede aparecer como un niño perdido, un anciano indefenso, o incluso un animal del bosque, siempre con la intención de engañar a los viajeros desprevenidos. Sin embargo, lo que lo distingue son sus pies, que están al revés, un detalle que delata su verdadera identidad cuando deja huellas en el suelo.

Leyendas ticunas

El sol

Cierto hombre compadecido de las personas de su tribu, sube al cielo para alumbrar y calentar al mundo.

La Luna

Un joven comete incesto con su hermana y sube al cielo mostrando en su cara manchada las tinturas negras por las que había sido descubierto.

Los vegetales

Una mujer muere después de que le roban la canasta mágica de donde sacaba la yuca, el plátano, etc. Así los vegetales empiezan a nacer de manera espontánea.

Las aguas

Cuando los hombres logran cortar el árbol de lupuna, las aguas se dispersan por la tierra.

El gavilán

Este animal aparece cuando un hombre se convierte en él después de haber comido carne robada durante la jornada de caza preparatoria a “la pelazón”.

La mujer de Moé

Al madurar el fruto del umarí, cae al suelo y se convierte en la mujer de Moé.

Los micos boquiblancos

En un principio eran niños huérfanos a quienes nadie cuidaba y por esto se convierten en micos.

Las gentes no indígenas

Una lora va botando pedazos de la carne de Ngutapa. Unos pedazos se convierten en peces y otros en hombres blancos.



Mitos de la creación

La explicación del origen del pueblo de los Ticunas, llamados “Pieles negras” por sus vecinos debido a que así pintaban sus cuerpos en las ceremonias dedicadas a sus dioses o sus protectores de clan

Narra que Yuche, quien vivía desde siempre en el mundo, en compañía de las perdices, los paujiles, los monos y los grillos, había visto envejecer la tierra. A través de estos animales, se daba cuenta de que el mundo vivía y que la vida era tiempo y que el tiempo... era muerte.

No existía en la tierra sitio más bello que aquel donde Yuche vivía; era una pequeña choza en un claro de la selva, muy cerca de un arroyo enmarcado en playas de arena fina. Todo era tibio allí, ni el calor ni la lluvia entorpecían la belleza de aquel lugar. Dicen que nadie ha visto el sitio pero los Ticunas esperan ir allí algún día.

Un día Yuche fue a bañarse al arroyo como de costumbre. Llegó a la orilla y se introdujo en el agua hasta que estuvo enteramente sumergido. Al lavarse la cara se inclinó hacia adelante mirándose en el espejo del agua; por primera vez notó que había envejecido.

Al verse viejo se entristeció profundamente. “Estoy ya viejo... sólo!. Oh, si muero la tierra quedará más sola todavía”. Apesadumbrado, despaciosamente emprendió el regreso a su choza. El susurro de la selva y el canto de las aves lo embriagaban de infinita melancolía.

Por el camino sintió un dolor en la rodilla como si le hubiera picado un animal. Sin darse cuenta, pensó que había podido ser una avispa y comenzó a sentir que un pesado sopor lo invadía. Siguió caminando con dificultad y al llegar a la choza se recostó quedándose dormido. Tuvo un largo sueño; soñó que entre más soñaba más se envejecía y más débil se ponía y que de su cuerpo agónico se proyectaban otros seres. Despertó muy tarde al día siguiente y quiso levantarse pero el dolor se lo impidió.

Entonces se miró la rodilla y notó que la tenía hinchada y transparente. Le pareció que algo en su interior se movía; al acercar más los ojos vio con sorpresa, allá en el fondo, dos seres minúsculos que trabajaban y se puso a observarlos.

Las figuras eran de un hombre y una mujer, el hombre templaba un arco y la mujer tejía un chinchorro. Yuche les preguntó: “¿Quienes son ustedes? ¿Cómo llegaron ahí?” Los seres levantaron la cabeza, lo miraron pero no dijeron nada, siguieron trabajando. Al no obtener respuesta hizo un máximo esfuerzo para ponerse de pié, pero cayo en tierra.

Al golpearse la rodilla contra el suelo, salieron de allí los dos pequeños seres que empezaron a crecer mientras él moría.

Los primeros Ticunas se quedaron un tiempo allí, donde tuvieron muchos hijos y más tarde se marcharon porque querían conocer más tierras. Muchos Ticunas han buscado ese lugar pero ninguno lo ha encontrado. Algunos dicen que es en el Brasil, en una quebrada que desemboca en el río Yavarí.




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