Se trata de una de las obras maestras del escultor Eladio Gil. La india simboliza la raza nativa. Se dice que Catalina, bella y valerosa guerrera nacida en la vecina localidad de Galerazamba, fue capturada por Alonso de Ojeda una vez terminado el motín en que murió el cartagenero Juan de la Cosa, en 1509. Posteriormente, Diego de Nicuesa se la llevó para Centroamérica y la vendió como esclava en Santo Domingo. Don Pedro de Heredia la trajo nuevamente a Cartagena como intérprete, en 1533.
Recibe este nombre por las dos esculturas de los míticos corceles alados que adornan el paseo del muelle, junto al Centro de Convenciones. El muelle de los Pegasos es un espacio ideal para pasear, especialmente al atardecer, cuando la ciudad luce bellamente iluminada.
Se ubica en la bahía de Las Ánimas, paralelo al Camellón de los Mártires. Hacia finales del siglo XIX, se convirtió en un atracadero importante de la ciudad y respondía al nombre de Muelle de la Bodeguita.
Alrededor de 1920, fue remodelado y se instalaron ahí las primeras estatuas de pegasos, hechas por Miguel Caballero Leclerc, que simbolizan el espíritu de la ciudad. Desde ahí, es posible admirar la bahía, los buques y veleros que atracan, provenientes de diversas partes del mundo.
Obra del maestro Fernando Botero, donada en homenaje a la ciudad. Está en la Plaza de Santo Domingo, frente a la iglesia.
La Gorda Gertrudis es una escultura creada por Fernando Botero. Fue traída de Florencia, Italia, en el año 2000, como una donación del escultor antioqueño. La escultura de 650 kilos es célebre en la ciudad y tiene dos partes notoriamente desgastadas debido al mito que dice que todo aquel que toca las nalgas de la escultura obtendrá buena suerte y que al tocar los senos de Gertrudis, te aseguras un largo romance con tu pareja. Además se cree que eso también asegura tu regreso a la ciudad de Cartagena. La Gorda Gertrudis se encuentra en la Plaza de Santo Domingo dentro de la Ciudad Amurallada.
Una escultura en honor a San Pedro Claver donde se representa al santo en compañía de un esclavo, paseando por las calles de la ciudad. Por eso no tiene pedestal; está al nivel del suelo, como cualquiera de los hombres y mujeres que circulan por esas calles, este personaje de origen español fue considerado precursor de los derechos de los negros en Colombia y el mismo interpreto el sentido de su sacerdocio como de ayuda a estos, junto a su firma sacerdotal estampo el que seria su camino de vida. Petrus Claver, aethiopum semper servus (Pedro Claver, esclavo de los negros para siempre)
Está hecha en bronce patinado y tiene una altura de 2.20 metros.
Ubicado entre la propia puerta de ingreso al convento y las murallas. El maestro Enrique Grau rindió homenaje al santo con esta bella obra.
Es otra obra del maestro Gil, que exalta la avifauna local, situada sobre el malecón a un costado de la Avenida Santander.
El monumento representa a un grupo de alcatraces volando en bandada, entrelazándose unos con otros. Algunos de ellos se encuentran con el pico elevado hacia el cielo y las alas extendidas, mientras que otros tienen el pico hacia delante y sus alas hacia atrás.
La obra se posa sobre un pedestal rectangular alto e inclinado hacia un lado en piedra coralina.
En una de sus caras se localiza una placa con la siguiente inscripción: “Monumento a los alcatraces. Homenaje del movimiento cívico Hechos y No Palabras a Daniel Lemaitre. Escultor: Eladio Gil Zambrano”.
Se localiza en la parte posterior del Castillo de San Felipe. Obra representada por un par de zapatos viejos de bronce realizada en honor a Luis Carlos LópezLuis Carlos López, el poeta cartagenero que se hizo célebre por el soneto A los zapatos viejos, que se cita en el lugar.
Noble rincón de mis abuelos: nada
como evocar, cruzando callejuelas,
los tiempos de la cruz y la espada,
del ahumado candil y las pajuelas...
Pues ya pasó, ciudad amurallada,
tu edad de folletín... Las carabelas
se fueron para siempre de tu rada...
¡Ya no viene el aceite en botijuelas!
Fuiste heroica en los tiempos coloniales,
cuando tus hijos, águilas caudales,
no eran una caterva de vencejos.
Mas hoy, plena de rancio desaliño,
bien puedes inspirar ese cariño
que uno le tiene a sus zapatos viejos...
Cartagena es una ciudad de obras de arte públicas. Entre las principales obras escultóricas se cuentan Tesoros de Cartagena, de Salvador Arango; Las chatarras, esculturas de la plaza de San Pedro; los bustos de proceres y patriarcas del camellón de los Mártires, y las esculturas enclavadas en los ingresos al Parque del Centenario.
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